Las cerraduras inteligentes Nuki llevan en el mercado desde 2016. Desde el prototipo inicial, las cerraduras electrónicas para puertas se fabrican en Europa. ¿En qué consideraciones estratégicas se basa el enfoque europeo de la producción?
ALEXANDER KETTER: En los inicios de Nuki, era muy importante para nosotros mantener una estrecha relación con nuestros socios de desarrollo y producción. Nuestra principal preocupación era garantizar ciclos de desarrollo cortos y lograr así un lanzamiento al mercado más rápido, manteniendo al mismo tiempo una alta calidad. Por eso contábamos con un proveedor europeo para nuestras cerraduras inteligentes cuando las lanzamos en 2016. Nunca nos hemos desviado de este enfoque europeo de la producción, ni tenemos intención de hacerlo.
Debido a los menores costes, muchas empresas optan por producir en Asia. ¿Cuáles son las ventajas de la producción europea frente al posible ahorro de costes?
KETTER: Las principales ventajas son las distancias más cortas y el consiguiente ahorro de tiempo. Podemos llegar a nuestros proveedores en pocas horas. Esto significa que podemos aclarar más rápidamente cualquier cuestión pendiente y somos más flexibles cuando se trata de cambios a corto plazo en la demanda.
¿Cómo afecta la fabricación en Europa a la calidad de los productos Nuki?
KETTER: La industria europea está muy influenciada por el sector del automóvil, que concede gran importancia a la calidad de sus proveedores. Este enfoque ha mejorado mucho las normas de calidad en las últimas décadas. Otras industrias también se benefician de ello. Y eso incluye a Nuki, ya que muchos de nuestros proveedores actuales también abastecen a la industria del automóvil. Sin embargo, cuando se trata de calidad, no nos limitamos a confiar en los demás. La mejora continua de la calidad forma parte del ADN de nuestra empresa, en todos los ámbitos de nuestro negocio. Nuestra doble certificación ISO también lo confirma: ISO 9001 e ISO 14001 certifican que cumplimos elevadas normas internacionales en materia de sistemas de gestión de la calidad y el medio ambiente.
¿Cómo afecta la proximidad a los centros de producción a la rapidez con la que Nuki puede responder a las demandas del mercado o introducir mejoras en los productos?
KETTER: Estar cerca de los centros de producción influye mucho en nuestro ritmo de innovación y mejora de los productos. Por un lado, para un producto de hardware como una cerradura inteligente, la coordinación en persona in situ es esencial para resolver cualquier problema y mejorar el producto. Hacerlo es mucho más fácil cuando los proveedores están a sólo unas horas de distancia. Por otro lado, las distancias más cortas reducen los tiempos de transporte y minimizan los tiempos de almacenamiento intermedio. A su vez, los tiempos de almacenamiento más cortos nos permiten trasladar las mejoras del Smart Lock a nuestros clientes mucho más rápido.
¿Cómo se ve eso en cifras?
KETTER: Puedo ilustrarlo mejor con un ejemplo sencillo: El tiempo de transporte desde Asia por mar es de unos dos meses. Teniendo en cuenta los plazos de producción y los niveles de existencias, se tarda entre cuatro y cinco meses desde el momento del pedido hasta la recepción de los productos. Así que necesitamos casi medio año para cualquier cambio en un producto durante la producción en Asia. En Europa, el transporte por camión tarda de dos a tres días. Teniendo en cuenta los plazos de producción, transcurren dos meses desde el momento del pedido hasta que recibimos los productos. Puedo reducir el plazo en cuatro meses. Si fabricamos nuestras cerraduras inteligentes en Europa, nuestros usuarios se beneficiarán de las mejoras del producto meses antes que si se fabrican en Asia.
¿Cuáles son los beneficios para la sostenibilidad de producir cerraduras inteligentes en Europa?
KETTER: El comercio electrónico es un negocio muy rápido. La demanda y las necesidades de los clientes cambian rápidamente. Si quiero satisfacer la demanda de este mercado, necesito una cadena de suministro rápida, lo que sólo es posible con el transporte aéreo cuando se trata de mercancías procedentes de Asia. Dado que el transporte aéreo provoca emisiones de CO2 muy elevadas, la única forma de que Nuki sea rápido es tener una cadena de suministro europea. La ventaja más obvia en términos de medio ambiente es la reducción de emisiones de CO2 que supondría el transporte aéreo desde Asia. También prestamos atención a la sostenibilidad en nuestra producción real en Europa.
¿Sigue desempeñando Asia algún papel para Nuki a largo plazo en términos de producción?
KETTER: Seguimos muy de cerca la industria manufacturera en Europa, pero por supuesto no nos hemos olvidado de Asia, donde se está produciendo una gran innovación. Para ofrecer a nuestros clientes innovaciones más rápidamente, intentamos combinar la experiencia de Europa con la de Asia. Por ejemplo, aprovechando la velocidad y la experiencia de la producción asiática de herramientas de moldeo por inyección, pero realizando el proceso de fabricación de forma totalmente automática en Europa.
¿Hay más posibilidades de ampliar el enfoque europeo de la producción? ¿Podría haber también aquí retos o riesgos especiales?
KETTER: Sin duda hay más potencial. Como ya hemos dicho, nuestras cerraduras inteligentes se fabrican en Europa desde el principio. Sin embargo, algunos de nuestros productos siguen fabricándose en China. Sin embargo, hace varios años decidimos trasladar gradualmente el montaje final de todos nuestros productos principales a Europa. Somos capaces de gestionar los retos o riesgos asociados. Los costes de personal en algunos países asiáticos han aumentado considerablemente y los proveedores europeos son cada vez más competitivos. Por eso pusimos todo en marcha desde el principio para garantizar que el proceso de deslocalización del montaje final de todos nuestros productos principales a Europa pueda completarse en dos años.